un movimiento de odio protegido por la misma Constitución

Un hombre armado mató a tiros este sábado a ocho personas en un centro comercial al norte de Dallas. Fue en el exterior del centro comercial Allen Premium Outlets de Allen (Texas). El tirador llevaba equipo táctico, actuó solo y fue abatido por un agente de policía que se encontraba en el local.
Las autoridades han identificado al atacante como Mauricio García, de 33 años, un residente local, que está registrado para votar en Texas desde 2008. “Usaba un uniforme de guardia de seguridad cuando salía y regresaba a casa, según los vecinos de sus padres”, informa The Washington Post. Actualmente, García vivía en un hotel cercano al área de Dallas.

Un vecino del tirador describe al hombre como alguien de comportamiento tranquilo y solitario. Era reservado y no decía mucho a los vecinos, le ha contado a la CNN. En ocasiones, caminaba de un lado a otro de la manzana con una sudadera con capucha.
García estaba titulado para trabajar como guardia de seguridad en Texas desde abril de 2016 hasta abril de 2020, cuando expiró su licencia. Había trabajado para al menos tres empresas de seguridad.
Los investigadores están estudiando las posibles relaciones que pudiera tener con bandas de presos y miembros de cárteles, según informa la CBS. Pero también se apunta que podría ser simpatizante neonazi. Tenía varias cuentas en redes sociales y parecía sentirse atraído por el contenido neonazi y supremacista blanco. De hecho tenía un parche en el pecho con las iniciales de un supuesto grupo nazi.
El odio de los neonazis de EE UU
Efectivamente, hay neonazis en EE UU y son más activos de lo que pudiera pensarse. En febrero pasado, el Departamento de Justicia de EE UU informó de que dos neonazis han sido imputados por planear la “completa destrucción” de la ciudad de Baltimore mediante ataques a centrales eléctricas y otro tipo de atentados.

Los imputados eran un líder neonazi, Brandon Russell, y su pareja, Sarah Beth Clendaniel, quienes “conspiraban contra las infraestructuras energéticas” de dicha localidad de Maryland por motivos “extremistas, étnicos o raciales”. De 27 años, Russell es un exconvicto y el fundador de un grupo terrorista neonazi en Florida conocida como la División Atomwaffen, según el Southern Poverty Law Center (SPLC).
Existen más de 900 “grupos de odio” que reivindican en EE UU ideales inspirados en el nazismo
Según esta organización no gubernamental de defensa de los derechos civiles, existen más de 900 “grupos de odio” que reivindican en EE UU ideales inspirados en el nazismo. Solo en California hay más 70 y más de 60 en Florida.

El 25 de febrero intentaron celebrar el Día del odio. Pretendían enviar mensajes de rechazo a la comunidad judía de EE UU y hacerse notar. Agrupaciones extremistas emitieron amenazas violentas en varias ciudades del país. La policía de varios estados estuvo en alerta para evitarlo.

El Movimiento Nacionalsocialista estadounidense se fundó en Detroit en 1974 por dos antiguos miembros del National Socialist American Workers Freedom Movement. En los años 2000 se convirtió en la organización neonazi más importante del país. Pero el problema para las autoridades es que son muchos los grupos y que sus intereses se mezclan con los de otro tipo de organizaciones polóticas y/o conspiranoicos.
Es fácil ser nazi en EE UU
Los grupos neonazis no son ilegales en Estados Unidos. Tanto la utilización de símbolos nazis como la propagación del ideario de Hitler están amparados por el derecho a la libertad de expresión, consagrado por la Primera Enmienda de la Constitución.

Amparados pues en la Constitución, el uso de símbolos del nazismo, los “discursos de odio” y la existencia de agrupaciones de perfil neonazi son legales allí. Por eso pueden marchar y gritar consignas contra los negros, los inmigrantes, los homosexuales, los judíos o las personas con discapacidad, sin que las autoridades puedan oponerse.
Restringir el uso de símbolos nazis podría constituir una restricción y probablemente violaría la Constitución”
“La Primera Enmienda implica que el gobierno de Estados Unidos no puede discriminar en base a un punto de vista determinado a la hora de imponer restricciones a la libertad de expresión. Si un estado, por ejemplo, decide restringir en su territorio el uso de símbolos nazis debido a su mensaje, esto podría constituir una restricción basada en un punto de vista y probablemente violaría la Constitución“, detalla Darren L. Hutchinson, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Florida, a la BBC.
“El derecho constitucional estadounidense desaconseja las ‘restricciones previas’, que son aquellas que prohíben acciones en base a lo que podría ocurrir. Esto explica por qué es inconstitucional vetar la publicación de ciertos libros, como Mi lucha, o ilegalizar una manifestación por los efectos que podría tener”, explica Hutchinson.
Patriot Front, el supremacismo blanco
Aquí lo nazi se alimenta fundamentalmene de la idea supremacista. En EE UU, el supremacismo blanco aboga por la dominación del hombre blanco occidental sobre el resto de etnias y por la separación estricta de las poblaciones por color de piel, religión, origen y cultura.

El Patriot Front es un grupo supremacista, neofascista y nacionalista blanco estadounidense, heredero del Ku Klux Klan. Se fundó en 2017, tras las secuelas de la manifestación Unite the Right. Escisión de la organización neonazi Vanguard America, su misión -dicen ellos- es “volver a las tradiciones y virtudes de nuestros antepasados”.
El Patriot Front es supremacista, neofascista y sus miembros son casi en exclusiva hombres jóvenes de raza blanca
Sus miembros son casi exclusivamente hombres jóvenes de raza blanca. En sus actos se exhiben vestidos con un uniforme que consiste en camisas de un azul oscuro, pantalones militares caqui, chaquetas bomber, pasamontañas blancos, gorras de béisbol y, en ocasiones, chalecos antibalas.
La Liga Antidifamación, una organización judía por los derechos civiles, asegura que de la propaganda racista, antisemita y de otros tipos de odio observada en los EE UU en 2021, más del 82% la generó el Patriot Front. Todo ello tomó forma aquel año en 3.992 incidentes en 48 de los 50 estados del país.
Y apoyan a Trump. En 2016, el fundador del Patriot Front, Thomas Ryan Rousseau, dijo: “La campaña de Trump es algo más que la elección de quién es presidente. Es un referéndum sobre la democracia estadounidense”. El cabecilla del grupo considera que los ciudadanos deben elegir “entre quién tiene realmente el control de esta nación, un establishment corrupto con deseos de usurpar la democracia, o el pueblo estadounidense”.