Los drones ‘contra’ Putin’, ¿una escalada más en la guerra? “Puede ser un ataque de falsa bandera para justificar acciones más duras”

Vladimir Putin volvió este jueves a sentarse en su despacho del Kremlin. El presidente ruso reside gran parte del tiempo en su ‘dacha’ (mansión) del bosque de Valdái, alejado del ruido de la gran ciudad en plena guerra, y alejado también de unos drones que cayeron en el palacio presidencial para que al menos el relato del conflicto diese otro giro. Moscú culpa a Kiev, Kiev lo niega, y el dedo acusador ruso apunta también a Estados Unidos. “Deciden los objetivos y los medios y Kiev ejecuta”, aseguró el Gobierno ruso señalando directamente Washington, que rechaza cualquier implicación en los hechos.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, cree que todo viene de la Casa Blanca. “Miente”, responden desde Estados Unidos. “No se sabe todavía lo que pasó”, aseguran en este sentido los altos cargos estadounidenses. Mientras, Rusia asume que Occidente conspira contra ellos y en esa fórmula incluye también a la UE, a la que acusa de “aprobar” el presunto ataque contra el palacio presidencial ruso. Por su parte, el Reino Unido plantea otra tesis: que la propia Rusia pueda estar detrás del incidente con los drones. Alguien tiene que tener razón.
“Cualquier cosa es posible, pero no hay beneficio alguno para Ucrania al hacerlo, no hay ventaja militar, todo el mundo sabe que Putin no se queda en el Kremlin”, sostuvo un alto cargo del Ministerio de Defensa británico a la cadena Sky News. Londres considera que Rusia tiene más motivos para que se produjera un ataque de estas características, entre ellas “ganar cohesión social” entre la opinión pública rusa e incluso lograr “simpatías” en el exterior, además de tener “una excusa para más bombardeos aleatorios e imprudentes”. Entonces, ¿qué conclusiones se pueden sacar?

Álvaro de Argüelles, analista de geopolítica en El Orden Mundial, explica a 20minutos que hay “argumentos para sospechar que pueda ser un ataque de falsa bandera –una acción política o militar con la intención de culpar de ella a un oponente- por parte de Rusia”, pero reconoce que “todavía no hay ninguna prueba”. Dentro de esos argumentos, sostiene, está el hecho de que “cuesta creer que el sistema antiaéreo ruso no haya sido capaz de frenar ya no uno, sino dos drones” que iban dirigidos a Moscú. “Y cuesta creer también que Ucrania tenga la capacidad para llevar ese ataque a cabo”. Asimismo Argüelles duda de cómo Rusia comunicó “el timing de los acontecimientos”.
“Si fuera un ataque de falsa bandera podría leerse también en clave interna, porque le pueda servir a Putin para aumentar su control sobre la población, desplegar un aparato de seguridad todavía más represivo o despertar el miedo entre la gente”, prosigue el analista. “Es quizá una forma de llamar al pueblo ruso a movilizarse, y a lo mejor este ataque siente las bases de una nueva movilización”. Asimismo, dice, “todo esto encajaría muy bien con que pronto es el Día de la Victoria”. Son todo eventos destinados a “movilizar” el apoyo de la población rusa y que sirvan para “tomar medidas extraordinarias” que precisamente se anunciarían el 9 de mayo.
Si fuera un ataque de falsa bandera podría leerse también en clave interna, porque le pueda servir a Putin para aumentar su control sobre la población
¿Y si es responsabilidad de Ucrania? Álvaro de Argüelles recuerda en este sentido que “no es el primer incidente que se vincula a Ucrania” y la prensa estadounidense ha informado sobre planes de los altos mandos ucranianos para atacar Moscú, algo que EEUU habría rechazado porque supondría una escalada en la guerra. “En todo caso es interesante destacar que si el responsable fue Ucrania no se trataría tanto de un intento serio de asesinar a Putin porque además se sabe que Putin no reside en el Kremlin, e incluso aunque estuviera allí es poco probable que el ataque hubiera acabado con su vida”. De ser un ataque ucraniano “lo que buscaría sería algo simbólico”.
Por su parte, Luis Rodrigo de Castro, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad CEU San Pablo, sostiene que puede tratarse perfectamente “de un ataque de falsa bandera” orquestado incluso por el propio Kremlin “para justificar así acciones todavía más duras contra Ucrania”. El profesor entiende que “no hay que descartar tampoco que haya sido Ucrania o que incluso estuviera preparado por un grupo ruso contrario al presidente“. Aunque él se queda con la primera opción.
Así, considera que podemos ir hacia un escenario en el que Rusia lance una ofensiva coincidiendo con el Día de la Victoria. “La efeméride es la que es”, apunta, recordando que es una fecha en la que Moscú habla precisamente de la lucha contra el fascismo, una tesis repetida hasta la saciedad en lo que a la invasión de Ucrania se refiere. Los tiempos, por tanto, se manejan en un contexto en el que Rusia necesita un golpe de efecto. “Llama la atención ya solo el hecho de que estos ataques se dieran en un momento en el que Putin no estaba en el palacio presidencial”, termina Rodrigo de Castro.
EEUU duda de la capacidad de Rusia
Con todo, la directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Avril Haines, ha descartado este jueves que Rusia pueda sacar adelante una “ofensiva significativa” a lo largo de este año en Ucrania debido a la falta de munición y armamentos suficiente para ello. Sobre esto insiste en que Rusia se topará con dificultades “independientemente de que las tropas ucranianas lleven a cabo con éxito un contraataque”.
“De hecho, si Rusia no pone en marcha una movilización obligatoria y garantiza la entrada de munición y armamento por parte de terceros países y más allá de las importaciones de Irán, será cada vez más difícil para ellos seguir adelante con sus operaciones”, puntualizó. De hecho, la Casa Blanca cree que Putin “probablemente ha dado marcha atrás en algunas de sus ambiciones” en el marco de la invasión de Ucrania para “consolidar su control sobre el territorio ocupado en el este y el sur del país y garantizar que Ucrania nunca se convierta en miembro de la OTAN”. Rusia, en cambio, mantiene que seguirá con la invasión hasta que se cumplan sus objetivos. Sean cuales sean.